Perder la libertad cuando estamos en pareja

Donde reina el amor, sobran las leyes 

Platón

¿Qué buscas en las relaciones de pareja?

Este es un relato que muestra los deseos de fusión cuando nos enamoramos (historia extraída de la página de Joaquina Fernández, Amor libre)

 “Llegaron hasta la tienda del viejo brujo de la tribu tomados de la mano Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Azul, una de las más hermosas mujeres e hija del jefe de la tribu.

-Nos amamos…-empezó el joven.

-Y nos vamos a casar….-dijo ella.

-Y nos queremos tanto que tenemos miedo, necesitamos un hechizo, un conjuro, o un talismán. Algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos, que nos asegure que permaneceremos el uno al lado del otro hasta encontrar la muerte.

-Por favor -repitieron-, ¿hay algo qué podamos hacer?

El viejo los miró y se emocionó al verlos tan jóvenes, tan enamorados, y tan anhelantes esperando sus palabras…

-Hay algo -dijo el viejo-, pero no sé… es una tarea muy difícil y sacrificada. Nube Azul, ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? Deberás escalarlo sola y sin más armas que una red y tus manos, para cazar al halcón más hermoso y vigoroso del monte. Si lo atrapas, tráelo aquí con vida el tercer día después de la luna llena.

¿Comprendiste? Y tú, Toro Bravo -siguió el brujo-, has de escalar la montaña del trueno. Cuando llegues a la cima, encontrarás la más extraordinaria de todas las águilas, y solamente con tus manos y una red la atraparás sin herirla y la traerás ante mí, viva, el mismo día en que vendrá Nube Azul. ¡Salgan ahora!

Los jóvenes se abrazaron con ternura y luego partieron a cumplir la misión encomendada, ella hacia el norte y él hacia el sur.

El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con las bolsas que contenían las aves solicitadas.

El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran. Eran verdaderamente unos hermosos ejemplares.

-Y ahora, ¿qué haremos? -preguntó el joven-, ¿los mataremos y beberemos el honor de su sangre?

-No -dijo el viejo.

-¿Los cocinaremos y comeremos su carne?-propuso la joven.

-No -repitió el viejo-, harán lo que les digo: tomen las aves y átenlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero. Cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres…

El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros. El águila y el halcón intentaron levantar vuelo, pero sólo consiguieron revolcarse por el piso. Unos minutos después, irritadas por la incapacidad, las aves arremetieron a picotazos entre sí hasta lastimarse.

– Este es el conjuro. Jamás olviden lo que han visto. Son ustedes como un águila y un halcón. Si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse el uno al otro.

Cuando nos enamoramos buscamos fundirnos con el otro

La química que segrega nuestro cerebro los primeros meses en una relación es en parte responsable de querer estar continuamente con el otro, pero además del proceso químico natural, hay persona que necesitan fusionarse desde la idea romántica de que el amor da todo, lo es todo, y es lo más importante.

Desde el amor idealizado, ponemos nuestras expectativas de felicidad en lo que nos da la pareja. De tal manera que mis necesidades, intereses, emociones, e incluso gustos dependen de la otra persona.

Quién soy yo y lo que necesito seguramente pasen a un segundo lugar, siendo lo primero la pareja.

La dependencia emocional

La fusión con nuestra pareja, hace que perdamos de vista nuestro propósito individual, objetivos, y a veces la importancia que tienen (o tenían) otras relaciones sociales.

Empezamos a ser la sombra del otro.

Hacemos las cosas que pensamos que son aceptadas por la pareja, nuestros gustos se adaptan a los del otro, y desplazamos nuestras prioridades para estar en equilibrio en la relación.

La pérdida de la libertad en las relaciones de pareja es el primer síntoma de la dependencia emocional. Si necesitamos al otro para estar bien, la pareja es como droga.

Este proceso funciona exactamente igual que una adicción.

El conjuro para recuperar la posición

Todo problema en sí mismo contiene la solución. Si la dependencia emocional es el problema, la independencia podría ser el primer paso para recuperar la libertad.

Este es el conjuro. Son ustedes como un águila y un halcón. Si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse el uno al otro.

Las personas en su vida adulta necesitan centrarse en sus necesidades para conectar posteriormente con las necesidades del otro. Cuando no lo hacemos, perdemos nuestra posición. Nuestro lugar en las relaciones.

Cuando somos capaces de ser autónomos en la vida, podemos relacionarnos “sin necesidad” y autenticidad con el otro.

¿Qué significaría para ti ahora mismo tener autonomía?

Noelia Estévez Fernández

Psicóloga,  especializada en terapia familiar y apego
Anterior
Anterior

Bajo la alfombra

Siguiente
Siguiente

La importancia del apego para el desarrollo de la autoestima